El fenómeno del whatsapp de papis y mamis parece no ser solo argentino. El usuario español Eugenio d’Ors compartió a través de Twitter su mala experiencia.
Por lo visto tuvo algunas diferencias con ellos y se quejó de la gran cantidad de mensajes que mandaban. En medio de la discusión descubrió que no podía escribir más por ese medio porque lo habían echado.
Bueno, pues como sois cientos los que me preguntáis cómo logré que me expulsaran del grupo de wasap de padres del curso de mi hija de P3, no me queda otra que explicarlo, pero os advierto que esto ha generado demasiadas expectativas y ya veréis que no es para tanto 😂😂
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
En un momento dado, cuando entré y me encontré 84 notificaciones, intervine. "Hola, ¿podríamos reservar este chat para asuntos del colegio, por favor?". Silencio. Al cabo de una hora, uno contesta: "Se puede silenciar...". Contesto: "Si se silencia ¿qué función hace entonces?".
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
No tardaron en saltar varias mamis y algún aliado. Que qué vergüenza, que por favor, que qué me había pensado. Yo de vez en cuando añadía "jajajaja" y ya está. Intervino el administrador. "Cualquier otro mensaje de mal gusto y tendré que tomar medidas". Me la dejó botando.
— Eugenio d'Ors (@ra_LA_me) 14 de diciembre de 2018
El usuario contó lo ocurrido con un hilo que se volvió viral. Eugenio d’Ors estaba reflexionando con tono sarcástico en Twitter sobre cómo festejar la Navidad y las distintas cosas que se hacen en las festividades. Allí es cuando decidió tirarle un palo a los que lo sacaron del grupo.
Este comentario llamó la atención de varios usuarios, que le preguntaron qué había pasado. Entonces, Eugenio decidió ventilar todo, a pesar de que “no es para tanto”.
Más tarde, uno de los padres lo agregó al grupo “Los Pollitos de P3”, y ahí empezó la pesadilla. Le empezaron a entrar cientos de mensajes, pero ninguno estaba relacionado al colegio. Un día se cansó y pidió que solo se use ese grupo para cuestiones que tengan que ver con lo escolar. Allí es donde empezó la discusión. Le recomendaron que silencie el grupo, pero él argumentó que “Si se silencia ¿qué función hace entonces?”.
El chiste duró poco tiempo, ya que el administrador decidió tomar medidas y lo echó a Eugenio. Hubo gente que lo festejó y otros que defendieron al expulsado. Él pudo ver toda la discusión desde el Whatsapp de su esposa, que seguía en el grupo.
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