La primera ministra británica, Theresa May, sufrió este martes un duro revés parlamentario, tras el rechazo por parte de la Cámara de los Comunes del acuerdo de Brexit que había negociado con la Unión Europea.
El acuerdo fue rechazado con los votos en contra de 432 diputados, frente a 202 a favor, pese a las advertencias de May sobre la "incertidumbre" que provocaría esta decisión.
El Parlamento dispone ahora de tres días hábiles para presentar un plan alternativo. Mientras tanto, aunque May dejo en claro que no tiene intención de dimitir a su cargo, el líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, presentó una moción de censura contra el ejecutivo tras el aplastante rechazo de su acuerdo.
Antes de la votación, que comenzó con el examen de las enmiendas presentadas por los diputados, May cerró cinco días de acalorados debates llamando a los diputados a respetar el resultado del referéndum que decidió la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
"Creo que tenemos el deber de cumplir con la decisión democrática del pueblo británico", dijo, advirtiendo a los legisladores que la UE no ofrecería ningún "acuerdo alternativo" si el suyo era rechazado, tal como sucedió.
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